Murió Darío Gómez: este es el legado eterno que deja ‘El Rey del Despecho’
Escrito por Cheverísima Stéreo el 27 julio, 2022
El músico falleció en la noche del 26 de julio en la Clínica Las Américas, de Medellín.

Nadie es eterno en el mundo”, cantaba Darío Gómez, y él físicamente tampoco lo fue. El músico popular, forjador de un estilo y que apoyó a varios artistas del género, uniéndolos e impulsando sus carreras, murió en la noche del 26 de julio en la Clínica Las Américas, de Medellín, a los 71 años.
Según el parte médico, Gómez llegó en la tarde “en estado de inconsciencia luego de haber sufrido un colapso súbito en su hogar. El paciente ingresó sin signos vitales y fue llevado a la sala de reanimación en donde se le realizaron maniobras avanzadas de resucitación cardiopulmonar (…). Su muerte fue declarada a las 7:31 p. m.”
Se va el hombre amable, siempre dispuesto a una buena charla, de sonrisa fácil. Recientemente, con el también músico Juan Carlos Coronel, grabó el programa ‘Coronel en su laberinto’, que se estrena este domingo 31 de julio por Señal Colombia a las 8:30 p. m., en un homenaje a su trayectoria.
Coronel, productor y presentador del espacio, contó que fue a Medellín a conversar con Gómez, en su casa, y le propuso hacer una canción. Pero Gómez le dijo que así, como “a palo seco”, no podía, que necesitaba sus tiempos y espacios. “La canción la terminamos en Barranquilla, le tuve músicos y la cantamos juntos”, contó.
En el programa, Gómez habló “cosas de sus amores y desamores, estos últimos, la clave de su éxito”, dijo Coronel.
Darío de Jesús Gómez Zapata nació en San Jerónimo, Antioquia, el 6 de febrero de 1951. Desde niño se vio atrapado por la música.
Con los años formó su propio sello disquero, Dago, y cuando grabó su más grande éxito, ‘Nadie es eterno’, hizo el video en París, en los Campos Elíseos.
Pero hubo otras canciones: ‘La oveja negra’, ‘Tú y la gente’, ‘El hijo del amor’, ‘Corazón resentido’, entre otras. Y hasta hizo un cover de ‘Sobreviviré’, de Gloria Gaynor, muy a su estilo popular.
Contaba que a los 14 años empezó a hacer versos que volvió canciones, mientras trabajaba en agricultura y mecánica.
En su juventud se trasladó a Medellín y un amigo le dijo que fuera a tocar puertas a Codiscos. La disquera lo recibió no solo como cantante, también lo nombró director artístico, lo que le permitió conocer nuevas figuras y proyectarlas.
Francy, Arelys Henao, Luis Alberto Posada, Alzate, con quien grabó ‘Copita de licor’, fueron algunos de los músicos que recibieron su apoyo y también sus consejos para mantenerse en la industria.
“El maestro me dijo que hiciéramos una versión de ‘Nadie es eterno’ y con todo respeto le pedí que cantáramos algo mío; él aceptó sin ningún problema”, le dijo Alzate a este diario en la promoción de esta colaboración, que muy pronto tuvo muchas vistas en YouTube y que ratificó la amistad entre los dos artistas.
Tras conocer su muerte, muchos de ellos le rindieron homenaje en sus redes sociales, recordando su vida.
Arelys Henao, por su parte, siempre le agradeció que hiciera una canción con ella cuando no era tan conocida, lo que impulsó su carrera.
Sus canciones de despecho, con mucha lágrima, también tenían picaresca, la misma que Gómez llevaba al escenario en sus presentaciones, donde siempre era aplaudido por sus seguidores y se demoraba mucho en bajarse de la tarima.
De ‘Nadie es eterno’ contaba que había nacido cuando, al pasar por el cementerio de su pueblo, que vio muy abandonado, le llegaron las frases de que el paso por esta vida es efímero y de la ingratitud que hay en el género humano.
Gómez vivía en Medellín y llevaba una vida tranquila, según contaba. La pandemia había atrasado algunos de sus proyectos, pero incluso en esos meses oscuros no dejó de apoyar a los cantantes populares que siempre lo vieron como un gran referente.
Pese a que las Hermanitas Calle fueron anteriores a Gómez en el mundo del sonido carrilero y popular, este le dio otro sentir.
No en vano, varios artistas siempre manifestaron que Gómez estaba a la cabeza del despecho, como ese gran padre que los acogía y el faro de un género que sigue siendo exitoso.
Se fue Darío Gómez, el mismo día, pero 11 años después de otro grande, Joe Arroyo. Dejó más de 30 discos y un legado que ya hace parte del cancionero popular de Colombia y otros países, donde era idolatrado. Su nombre es un sello eterno en este mundo.